Saber querer
Es una pena que no se nos enseñe a querer en la escuela. Porque no todo el mundo sabe querer bien. Hay personas que te dicen sinceramente que te quieren y a pesar de ello no sientes que te mejoren la vida. ¡Pues vaya querer es ése! ¿Es qué no quieren bien? Sí, eso es. Es como el que te dice las cosas “por tu bien”, pero no deja de fastidiarte cada vez que abre la boca. ¡Que se calle, por favor! o mejor… ¿Por qué no te callas?
Y es que el asunto del querer no es fácil, para muchos. Si alguien te quiere bien te lo tiene que demostrar: respetando tu derecho a equivocarte, aconsejándote sólo si le pides consejo, estando dispuesto a ayudarte para solucionar tus problemas, sintiendo claramente que se alegra de tus triunfos. No te quiere bien, en cambio, el que pretende aislarte de tu entorno y encerrarte en una urna (para "su bien", y no para el tuyo), el que pretende que renuncies a tus ideas y asumas las suyas, el que se siente superior y no igual a ti.
Normalmente, el que no sabe querer ni siquiera se quiere bien a si mismo. Vive intentando demostrar, y demostrarse, que puede hacer algo que los demás no pueden. Intenta compensar externamente (implicándote) los desequilibrios y la falta de estima que debe resolver internamente.
Realmente no saber querer es un problema grave, para uno mismo y para tu entorno. Y si tienes la mala suerte de enamorarte de alguien así: lo pasas mal, pero que muy mal.
Propongo que dada la importancia del tema, que cada persona indique los trucos que utiliza para librarse de ese riesgo muy evidente.
No obstante seguro que esta nochevieja encontramos a la pareja ideal (los que no la tengan) con una infinita sabiduría en el arte del querer. Y si no, a disfrutar de las ventajas de la falta de pareja, evitando los incovenientes de los errores de elección (que no de erección ;-)).
El tiempo libre navideño ayuda en esto del blog. Feliz inicio del 2008.
Y es que el asunto del querer no es fácil, para muchos. Si alguien te quiere bien te lo tiene que demostrar: respetando tu derecho a equivocarte, aconsejándote sólo si le pides consejo, estando dispuesto a ayudarte para solucionar tus problemas, sintiendo claramente que se alegra de tus triunfos. No te quiere bien, en cambio, el que pretende aislarte de tu entorno y encerrarte en una urna (para "su bien", y no para el tuyo), el que pretende que renuncies a tus ideas y asumas las suyas, el que se siente superior y no igual a ti.
Normalmente, el que no sabe querer ni siquiera se quiere bien a si mismo. Vive intentando demostrar, y demostrarse, que puede hacer algo que los demás no pueden. Intenta compensar externamente (implicándote) los desequilibrios y la falta de estima que debe resolver internamente.
Realmente no saber querer es un problema grave, para uno mismo y para tu entorno. Y si tienes la mala suerte de enamorarte de alguien así: lo pasas mal, pero que muy mal.
Propongo que dada la importancia del tema, que cada persona indique los trucos que utiliza para librarse de ese riesgo muy evidente.
No obstante seguro que esta nochevieja encontramos a la pareja ideal (los que no la tengan) con una infinita sabiduría en el arte del querer. Y si no, a disfrutar de las ventajas de la falta de pareja, evitando los incovenientes de los errores de elección (que no de erección ;-)).
El tiempo libre navideño ayuda en esto del blog. Feliz inicio del 2008.
Comentarios
Si la persona que está contigo no siente un respeto incondicional por tus sentimientos es que no te quiere. Estoy segura de que quien sabe amar también sabe "no herir" y cuando te dice algo que parece duro o te pone límites lo que notas es información pero nunca daño. Y si alguien es tan inmaduro como para sentirse herido por cualquier "verdad" es que es él el que no siente un respeto incondicional por los sentimientos del otro... por eso, a veces, hay gente llorica que te implora amor pero tú sólo recibes infelicidad.
Por eso, este año busquemos vínculos constructivos, para darles felicidad y para sentirnos felices con ellos.
FELIZ AÑO 2008!!! :) :) :)
Gracias por visitarme. Te devolveré la visita, no lo dudes.
Saludos.