Si yo fuera vaca…
Si yo fuera vaca me gustaría pacer en algún prado asturiano, siempre verde y abundante. Me gustaría que cuando llegara mi celo un sano y apuesto toro bien dotado atendiera solícito mis necesidades. Me encantaría tener terneros que amamantar y de esa forma liberar la enorme presión de mis fantásticas y productivas ubres. Incluso me gustaría que me ordeñaran manoseándome los bajos. Mi vida sería simple y corta. Comer, crecer y reproducirme.
Además, si yo fuera vaca, me evitaría:
1. Mis desavenencias emocio-racionales con graves crisis de autoestima.
2. Los conflictos ideológicos con mi pareja.
3. Las disputas sobre cómo educar a mis vástagos.
4. El aguantar las insufribles reflexiones, traumas, fobias y desvaríos de mis vecinos.
5. El tener que creerme, o no, las promesas de políticos y demás iluminados.
¡Ay que ver! La de desventajas que supone tener la ventaja de disponer de la razón, la inteligencia, como herramienta para buscar soluciones a los problemas. Y a la vaca no te va tan mal. Pese a ello, prefiero no ser vaca.
Comentarios
Un beso!
Siempre contestas a los comentarios en tu blog. Yo no lo hacía porque eran amiguetes que podía ver casi todos los días y los debates los hacíamos en vivo, y delante de una cerveza. No obstante intentaré seguir tu ejemplo.
Saludos y suerte para ese concurso de primeros de enero.
Un saludo
a) Últimamente los prados asturianos están más bien secos
b) Los toros sólo son siempre apuestos en tu imaginación: hay de todo, por regla general descuidan su higiene y no entienden un 'no' por respuesta
c) Ordeñar y acariciar no son sinónimos macho, yo ya no siento nada de tanto manoseo
d) Y qué te hace pensar que las vacas no tenemos crisis de autoestima, discusiones de pareja, vástagos rebeldes, vecinos insufribles y falsos profetas.
Quién me diera ser hombre!